Significado del Cartel del Fuego y Año Nuevo P’urhépecha, Erogarícuaro 2023
19 de enero de 2023
La comunidad P’urhépecha de Jarácuaro, llamada antiguamente Xarakuarhu, es una comunidad milenaria, presenta una historia continua de por lo menos 1500 años, durante la época precolombina, gracias a tres alianzas políticas e ideológicas, desempeño un papel trascendental en la conformación y expansión del Estado P’urhépecha.
De acuerdo a los registros arqueológicos, Jarácuaro fue fundado alrededor del año 550 e.c. (era común), presenta una historia más antigua que Pátzcuaro, fundado en el siglo XIV o que Erongarícuaro, establecido contemporáneamente en la primera mitad del siglo XV. Xarakuarhu significa “lugar donde se adora a la diosa Xarátanga”, diosa de la luna y diosa guerrera, una de las deidades principales del panteón P’urhépecha.
Antiguamente, Jarácuaro también se denominaba “Uarutaten hazicurin” o “Uarucaten hazicurin” (Fuente: Alcala Jerónimo / Relación de Michoacán), derivado de “Uarhukua” “red de pesca” (Le Clézio J.M.G. / la Conquista divina de Michoacán) o de las expresiones “Uérhukurini jatsikurhini” “posesionarse en la orilla” (Estrada Edelmira y Bravo Lucas / 2011).
A sus habitantes, antes de la conquista española se les llamaba “Huréndetiechan”, procedente de “Huréndahperi” “el que enseña a otros” (Gilberti Maturino / Diccionario grande de la lengua de Michoacán). Mantenían un régimen tributario encabezado por su Señor “Caricaten” y sus principales divinidades eran el dios serpiente “Acuize Catápeme” y su hermana Puriupe Cuxareti (Corona José / Mitología tarasca).
Jarácuaro entra en los registros de la historia P’urhépecha uacúsecha en el siglo XIII, mediante la unión de hija de “Cúriparaxan” pescador de isla y “Pauácume” Señor uacúsecha, este hecho histórico determinará a la postre el futuro de los P’urhépecha, pues la alianza representa el encuentro entre P’urhépecha ya establecidos en el Lago de Pátzcuaro y los P’urhépecha uacúsechas o “chichimecas”, quienes hasta entonces marchaban sin rumbo fijo. La asociación sintetiza las dos tendencias que van a formar el Pueblo P’urhépecha: el grupo sedentario y agrícola que representa la civilización y el grupo guerrero que aportará la fuerza. Al final, el trasfondo de la unión también significo la obtención de una base religiosa-ideológica mayormente aceptada: Curicaueri y Xarátanga.
De la unión de Pauácume y la hija de Curipaxan, llamada Patzimba (Ruiz Eduardo / Michoacán. Paisajes, tradiciones y leyendas) nacerá la máxima figura histórica de la historia prehispánica en Michoacán: Tariácuri, quien nació y fue educado durante sus años párvulos en Jarácuaro. Bajo este marco, la unión entre isleños y guerreros se fortaleció por dos factores: el matrimonio colectivo entre mujeres de Jarácuaro y hombres del linaje Uacúsecha y la institucionalización de Pauácume como sacerdote sacrificador de la isla.
Sin embargo, al final ésta primera unión política se fracturó a causa la diplomacia de otro Señorío, el “reino” de Curínguaro (ubicado al sudeste del lago) liderado por Chansori, quien por medio de dos embajadas y ofreciendo mejores tierras y condiciones de comercio logra convencer al Señor de Jarácuaro Caricaten, de romper la alianza con los Uacusechas. Como resultado, Pauácume es denigrado, expulsado y posteriormente asesinado.
Subsiguientemente una segunda coalición entre el Señorío de Jarácuaro y los Uacúsecha se vuelve a dar a instancias de Caricaten, quien solicita la ayuda de él entonces ya fuerte y poderoso Tariácuri, para vencer a los isleños de la Pacanda también llamada “Tiripiti honto”. A pesar de resultar vencedores, esta segunda confederación no logra ir más allá de una unión de facto, debido al razonado recelo de Tariácuri por la muerte de su padre. Sin embargo, gracias a este segundo contacto entre combatientes, el guerrero Uacúsecha logra establecer nexos con Zapiuatame Zanguata principal de Jarácuaro.
La tercera y última unión prehispánica, se da con Zapiuatame, quien junto con otros principales de Jarácuaro y así como de su ejército, se pone bajo las órdenes Tariácuri y se incorporan al proceso de expansión militar. Es hasta la muerte de Caricaten, cuando Jarácuaro se suma totalmente a la fase expansiva del Señorío P’urhépecha. Zapiuatame conquista para la gloria del Señorío, Paracho, incursiona en tierra caliente dominando Purechucho y Uyameo (cerca de Huetamo) y luego anexiona Aparuato (cerca de Tiquicheo).
A modo de conclusiones, se puede establecer que Jarácuaro fue un elemento fundamental en el proceso de aculturación de los “chichimecas” P’urhépechas, compartieron con ellos conocimientos religiosos, agrícolas y biológicos, entre otras cosas, tal y como análogamente aconteció con los mexicas en el valle de México.
La milenaria isla cambio de nombre por la importancia paulatina que fue adquiriendo como centro ceremonial y militar, en un inicio se denominaba “Uarutaten hazicurin” o “Uarucaten hazicurin”, y al final cambiaron su nombre a “Xarakuarhu” en honor a una de las principales diosas de los Pu’rhépechas y como reflejo de su participación política, religiosa y militar en la construcción del Señorío P’urhépecha.
Antes de la incorporación total al Señorío de los Uacusechas, Jarácuaro abarcaba la propia isla, el Señorío de Tariaran (Tarian-Harocutin hoy Arocutin) y Cuyameo (isla del lago d Pátzcuaro). Tenían como tributarios a los pueblos de Uricho, Erongarícuaro, Comachuen, Pichátaro y Pareo.
Esbozo histórico presentado en el contexto de la celebración del Kurhíkuaeri K’uínchekua (Fuego y Año Nuevo P’urhépecha) conmemorado en la comunidad de Jarácuaro en el año 2011.
Un escrito e investigación de Pavel Ulianov Guzman Macario
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