2013 · Michoacán, México · Video · Idioma Purépecha · Color · 13 minutos · Documental

Documental: T'arhesï újpeme (újperi) uájpecha. Los hijos del Gran Señor que crea
Dirección y realización: Raúl Máximo Cortés
Cámara y asistente de dirección: Manuel Ayala Mesa
Guión e investigación: Pablo Sebastián Felipe
Estado/Pais: Michoacán, México
Producción/locación: Trabajo comunal. Comachuén, Michoacán
Fotografía: Pablo Sebastián Felipe. Archivo personal
Lenguaje: Purépecha con subtitulos en español
Edición vídeo versión internet: Javier Mellápeti Cuiriz
Staff: Antonio Avilés Felipe. Asunción Sebastian Felipe
Reparto: Valentin Cruz, Pablo Sebastián, Raúl Cruz, Salvador Sebastián, Jesús Cruz
Pirékua fondo musical/Compositor: T'arhésï újperi uájpecha. Luis Sebastián Felipe.
Voz en off: Raúl Cruz Sebastián
Portando a T'arhésï újperi: Panfilo Ramos Alvarez



Información e investigación de Pablo Sebastián Felipe.

Está escrito en el libro la Relación de Michoacán: "…así mismo en Cumachen era señor Henziua, a su muerte dejó tres hijos llamados Tagaxon, Nondo y Carata, tampoco han de ser señores ninguno de ellos, los cuales entran en el pueblo de Eronguaricuaro y se hacen amigos de ellos y tomando ejemplo en los del pueblo se asientan a emborrachar. Y lo que era de los chichimecas asentarse a emborrachar que ninguno podía beber de aquel vino, que era de aquel dios Taresupeme, dios de Cumachen que era muy gran dios porque los dioses estándose emborrachando en el cielo le echaron a la tierra y por esto estaba cojo este dios, pues de aquel vino que él bebía no podía beber otro sino él. Y el atabalero llamado Zinzanba lo bebe y anda borracho por su casa y otro sacrificador. Allí tampoco en Cumachuen habrá señor..."

Taresupeme en la actualidad se relaciona con la voz de T'arhesï o T’arhé que alude a grandeza, como también “grande”, es decir, “gran señor”, así mismo, upeme de újpeme, como “el que crea, moldea o da vida de la palma de las manos”. Esta deidad en la comunidad de Comachuén perdura aún con la existencia de varios ejemplares (figuras prehispánicas) que siguen siendo considerados como un ser mítico, e incluso muchos de los habitantes los conservan de manera discreta puesto que han sido tomados como benefactores en los bienes materiales.

Aquí unos fragmentos de la discusión si ¿Comanja o Comachuén?

Claudia Espejel Carbajal señala que durante el período precortesiano dichos lugares fueron dos asentamientos distintos, Cumanchen I (Comanja) con el principal Oresta y más tarde Cumanchen II (Comachuén) con el señor Huresta. Espejel Carbajal plantea que durante la época de la llegada de los Uacusecha en la región de Zacapu, los pasajes que narra la Relación de Michoacán en torno a Cumanchen suscitaron en Comanja y posteriormente señala que para el período de Tariacuri como irecha los hechos fueron en la hoy llamada Comachuén de la Meseta.

Al consultar el lienzo de Comachuén, considerado como el documento más importante de la comunidad, en uno de sus topónimos se encuentra el nombre de Cumachuen, escrita sobre un cerro que los pobladores hoy llaman “cerro de la virgen” y que hace ensombrecer la comunidad. De tal sombra que genera dicho cerro proviene el nombre de Comachuén, por lo que en la época precortesiana se le llamó Cumanchen. Queda claro pues que Comachuén ya existía desde los tiempos de Tariacuri y que se le llamó desde épocas anteriores como “lugar de sombra”.

El texto de J. Benedit Warren, La Conquista de Michoacán 1521-1530, en la parte del apéndice donde señala los fragmentos de la visitación de Antonio de Carvajal en el año de 1523, no da elementos explícitos de que Comanja pudiera llamarse Cumanchen, lo que si señala es que antes se llamó Espopoyuta.

Lo cierto es que los hechos que narra la Relación de Michoacán en relación a Cumachen o Cumanchen son testimonios del pasado precolombino. La existencia de las antiguas iákata de Comachuén –lamentablemente saqueadas y destruidas en años recientes (2004)-; el Lienzo de Comachuén y la tradición oral posibilitan conjeturar que Comachuén fue un asentamiento que emanó desde los tiempos de los Uacusecha. Si Comanja fue denominado Cumanchen en la época precortesiana como a su vez Cuimanchen y más tarde Espopoyuta (1523), queda la interrogante de por qué no conservó su nombre antiguo y tomar por Comanja, nombre que no aparece en la narrativa de la Relación de Michoacán. (Partes del libro: Cumanchen. Santa María Comachuén, una mirada al pasado, 2010).