Transcurría en el calendario el año de 1953, cuando un jovencito purépecha arribara en la Capital Michoacana, lleno de sueños e ilusiones que ya no puedo más con ellos en su natal San Jerónimo P'urhenchékuaro, municipio de Quiroga, apenas hablaba la lengua castellana, sin embargo, eso no fue obstáculo, para que este destacado joven artística purépecha lograra sus metas. Fue así que llega a Morelia y tiene la fortuna de conocer al maestro Alfredo Zalce, uno de los más grandes Muralistas de México y a un grupo selecto de jóvenes alumnos, y él era el único alumno que venía de una comunidad purépecha.


Tata Jerónimo Mateo opta por la pintura mientras otros tomaron otras disciplinas, “El maestro Zalce no era egoísta, porque siempre compartía sus enseñanzas y yo le mostraba mis primeros trabajos y él me respondía “tu síguele, síguele, síguele”, lo recuerda. Sus demás compañeros le hacían observaciones interesantes de su trabajo, “pero si el maestro me dice que están bien, es porque están bien hechos mis trabajos”, se consolaba, así pasaron los días, “cuando el maestro se le acerca y le pregunta ¿tú de dónde eres?, yo soy de un pueblito del lago de Pátzcuaro llamado San Gerónimo, Ah, entonces somos paisanos porque yo soy de Pátzcuaro. “Desde esa vez fui un alumno “ muy especial”.



En esos años el maestro Zalce ya era todo un personaje importante no tan solo en Morelia sino a nivel nacional, era un hombre culto y siempre tenía posturas ideológicas firmes del movimiento revolucionario del país, en el que se vivía, era un hombre muy elegante y bromista; en otro momento junto con otros, el maestro pintaba el mural del Palacio de Gobierno, le pregunte, ¿Por qué usted dice que todos mis trabajos están bien?, lo hago Mateo para que no te desalientes, tu eres un hombre muy limpio y no contaminado por otras influencias de otras corrientes de pintura, “nuestra cultura purépecha es la más interesante y bonita del mundo y tú tienes una gran misión de pintar a nuestro pueblo y así enseñarles al mundo, que aquí existimos y vivimos los purépecha”, por eso tienes que seguir con esta gran labor artística.



Después me envió unas semana en Uruapan , a conocer la técnica de cera del maestro Mapeco, ahí fue donde conocí a este personaje, a Efraín Vargas, su grabado entre otros pintores y que sus obras los encontramos en los edificios de esta ciudad, el maestro me pago los gastos la estancia en aquella ciudad, por eso gracias a él, se le debe la fundación de las escuelas de Bellas Artes de aquí de Morelia y otras instituciones educativas del arte, que sin la aportación artística de Zalce esto no fuera posible, ahora en este 106 del Aniversario de su Natalicio y 11 de su Aniversario Luctuoso, le decimos los alumnos que sobrevivimos “Gracias maestro, le debemos mucho, y por eso ahora nuestros corazones le lloran su recuerdo”.



Palabras de testimonios en el evento organizado por la Secretaria de Cultura del Gobierno del Estado en el Museo Colonial de Morelia, y en donde participaron el Grupo P'urhémbre, con sus hermosas piezas de música purépecha, el pasado domingo 12 de Enero del presente año.