Por: Pável Ulíánov Guzmán

Xarátanga, la diosa lunar entre los antiguos P'urhépecha, deidad principal, divinidad de la naturaleza, compañera de Curicaueri en las batallas, creadora de la agricultura, deidad del lago, proveedora de ventura y diosa de la fertilidad, el amor y la sexualidad.

El ser humano, siempre ha levantado la vista al cielo, en Mesoamérica, históricamente registraron el paso del sol, la luna y varios planetas, identificaron constelaciones, eclipses, cometas e inclusive observaron explosiones de supernova, de igual forma, orientaron sus estructuras arquitectónicas de acuerdo con la posición de diversos astros en los momentos de aparecer o desaparecer en el horizonte. Esta práctica contemplativa se encontraba relacionada directamente con la cosmovisión de los pueblos originarios y en su cenit, desarrollaron un elemento cultural fundamental de cualquier civilización: el calendario (Fuente: Galindo Jesús / La astronomía prehispánica como expresión de las nociones de espacio y tiempo en Mesoamérica).

En la mitología prehispánica de Mesoamérica, el sol y la luna aparecen desde tiempos ancestrales, se muestran en los relatos originarios como seres humanos antes de ascender al firmamento. Esta mitología la han clasificado en dos grandes categorías: la inmolación de una persona en una enorme hoguera (Norte de México y Nahuas) y el ascenso al cielo de dos hermanos o gemelos extraordinarios (Oaxaca y Veracruz). Generalmente el sol y la luna suelen ser familiares, ya sea hermanos, hijos o marido y mujer. Al Sol se le identifica con el hombre, el padre, lo alto, el oriente, el calor y el vigor. En contraparte, a la luna se le asocia con la mujer, la hermosura, lo acuático y la fertilidad (Ramírez Elisa / Nacimiento del sol y la luna).

En el Michoacán precolombino, Curicaueri es el principal dios uacúsecha, dios del sol, divinidad del fuego perpetuo y la guerra divina, figura central de los relatos del Petámuti, deidad de los abuelos en el camino y guía de la migración p'urhépecha. Históricamente es representado por el fuego, como un águila y como piedra sagrada (Alcalá Jerónimo / Relación de Michoacán).

En contraparte, a la luna se le relaciona con Xaratanga, quien mantenía importantes centros ceremoniales en Tararian, Tzintzuntzan y Jarácuaro, etimológicamente su nombre mantiene al menos dos interpretaciones “la que hace que otro tenga placer, gusto o contento” (Mozon Cristina / Los principales dioses tarascos: un ensayo de análisis etimológico en la cosmogonía tarasca) o “la que alumbra o brilla” (Seler Eduardo / Los antiguos habitantes de Michoacán).

Es una de las principales diosas del panteón P'urhépecha, hija de Cuerauaperi, madre de los dioses terrestres, la que hacía llover, presente desde tiempos inmemoriales en Xarhácuarhu “históricamente Jarácuaro era ya un centro religioso muy antiguo e importante, porque cuando llegaron los uacúsecha a la laguna de Pátzcuaro, ya mostraba magníficos templos, Esto nos habla también de la gran antigüedad del culto a la luna en Michoacán” (Corona José / Mitología Tarasca).

También se le asocia con la agricultura y la pesca, fue ella quien trajo a la tierra el maíz, el frijol y los picantes “empezaron a escoger de las mieses que había traído Xarátanga a la tierra, ají colorado y verde y amarillo y de todas estas maneras de ají hicieron una guirnalda como la que solía ponerse el sacerdote de Xarátanga. Escogieron, así mismo, de los frijoles colorados y negros y ensartároslos unos con otros y pusiéronselos en las muñecas diciendo que eran las mieses de Xarátanga… Y escogieron de estas dichas mieses el maíz colorado y pintado, y ensartároslo y pusiéronselo en las muñecas diciendo que eran otras cuentas de Xarátanga. También escogieron de otras maneras de maíz, de lo blanco y de lo entreverado, y ensartároslo y pusiéronselo al cuello diciendo que eran sartales de Xarátanga Relación de Michoacán. De igual forma Xaratanga controlaba la abundancia de peces en el lago de Pátzcuaro ¿cómo habían de tomar pescado, que se lo había ya escondido Xarátanga, que era tan gran diosa?. En el Lago de Pátzcuaro, igualmente se le asociaba con las aves, pues en las fiestas en su honor, se sacrificaban patos y codornices.

Dualmente es así mismo una diosa guerrera, las guerras de conquista de los uacúsecha eran presididas por cinco sacerdotes de Curicaueri y cuatro sacerdotes de Xarátanga y su invocación en la guerra se observa claramente durante la arenga que realizaba el Capitán General a los P'urhépecha “ya nuestro dios Curicaueri y Xarátanga han dando sentencia contra nuestros enemigos” y se demuestra a su vez, en la formación de guerra, donde simbólicamente en la disposición de los ejércitos, Xaratanga debía ir en medio, los dioses primogénitos a la mano derecha y las divinidades Viranbanecha a la mano izquierda. Curicaueri y Xarátanga eran considerados dioses de guerra de la misma categoría y complementarios.

Por otro lado, Xaratanga se halla presente en el trabajo de parto, se le asocia con el nacimiento, la palabra xarangaritahpeni significa “parir la mujer o animal” y se encomendaba a la diosa prehispánica, tener un buen alumbramiento.

Finalmente, también intervenía para que ciertas personas de "baja suerte" se volvieran Gobernantes o Señores como se ejemplifica en los casos de Zurunban, Tanganxoan y Cauiyancha, es decir, es proveedora de ventura y autoridad.


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