Se acaban la Sierra de Patamban. Tumban pinos y plantan aguacates, aunque no esté legalmente permitido.

Por: José Perales / Periódico: Cambio de Michoacán.

Tangancícuaro, Michoacán.- Los productores de papa y ahora también los de aguacate vienen empujando fuerte y no conformes con los daños que ya se han ocasionado a los bosques de la Sierra de Patamban, quieren ampliar las superficies tanto del tubérculo, como del llamado oro verde.

En lo anterior coincidieron tanto el ex comisariado de Bienes Comunales, como vecinos y especialistas en el cuidado del medio ambiente, quienes urgieron la necesidad de emprender acciones en serio para revertir el deterioro ecológico en la sierra.

Atanasio Linares Linares, otrora representante del grupo Medio Ambiente Zamorano (MAZ), ha dicho que hay cifras que hablan de un 70 por ciento de los bosques de Patamban ya destruidos, a la par que indicó que con la destrucción de los bosques, se deterioran también los suelos, que son todavía más complicados para restaurar o recuperar.

En este sentido, señaló que aunque es bien sabido que no está permitido el cambio de uso de suelo forestal a suelo agrícola o para huertas de aguacate, es casi práctica común que se aproveche cualquier coyuntura para talar los pinos y sustituirlos por aguacates u otros cultivos.

Indicó el especialista que al acabar con los bosques, de manera indirecta se afecta la captación de las aguas y se acelera la erosión de los suelos, con las graves consecuencias que ello implica para el ecosistema.

Por separado, el ex representante de Bienes Comunales Rodolfo Pascual Sebastián, sostuvo que la lucha actualmente es por defender unas siete mil hectáreas de bosque que están en peligro y que son asediadas por taladores que impulsados por intereses obscuros, quieren acabar con las áreas arboladas.

No descartó la posibilidad de que fuertes intereses económicos estén detrás de la ilícita tala inmoderada, a fin de poder sustituir los pinos por los busques.

La lucha, reconoció, es desigual porque nos enfrentamos a grupos económicamente pudientes, pero confiamos en que la ley nos protege y no permitiremos que se siga devastando la sierra, porque si bien el problema de la deforestación es de suyo grave, creemos que el bosque aún es rescatable y por eso estamos luchando, concluyó.

En su momento, Martín Suárez González, ecologista y propietario de un predio donde se impulsa el rescate eclógico allá en la Sierra de Patamban, señaló que si bien la tala clandestina ha afectado los bosques, en los últimos años lo que más le ha afectado es la deforestación para la siembra de papa.

Agregó que aunque reiteradamente se ha dicho que los suelos de la sierra no son los más adecuados para el cultivo del tubérculo, los productores que vienen huyendo de plagas como la paratrioza, en el Valle de Zamora, cada temporada siembran una mayor superficie y ello origina graves problemas de degradación de los suelos.

Indicó que en este tiempo es común ver las enormes tolvaneras y gigantescos remolinos allí en las desoladas tierras en las que, levantada la cosecha de la papa, no se queda cultivo o hierba alguna que cubra el suelo, por lo que éste se convierte en fácil víctima de la erosión eólica.

Coincidieron en señalar que es necesario que las distintas instancias relacionadas con los bosques y la conservación de los suelos unan esfuerzos y trabajar de manera coordinada para frenar el deterioro de los bosques en esta parte de la geografía michoacana, donde se recargan los mantos acuíferos que abastecen luego a todo el Valle de Zamora.