Por: Pável Uliánov Guzmán Macario

Una de las civilizaciones prehispánicas más importante, original, religiosa, guerrera y clasista fue la potencia mesoamericana de los p'urhépechas, quienes en menos de cien años lograron edificar una poderosa civilización que tuvo su núcleo en el milenario Lago de Pátzcuaro. Con la invasión española su cultura e historia fue sistemáticamente destruida por los ibéricos y sus aliados nahuas, posteriormente olvidada por los primeros historiadores, frecuentemente dejada de lado por el interés oficial y actualmente discriminada y/o desconocida por una sociedad mestiza.

En lo político los p'urhépechas crearon un gobierno triple de Ciudades-estado (Pátzcuaro, Tzintzuntzan e Ihuatzio), se rigieron mediante una sociedad vertical encabezada por el cazonci, establecieron un sistema de asociaciones artesanales que mantenían representación en la corte, instauraron un poder teocrático-militar centralizado en tiempos de Tariácuri y construyeron una importante red de caminos que les permitió intercambios entre tierra fría y tierra caliente.

En lo militar los descendientes del los guerreros uacusecha, iniciaron una conquista en espiral alrededor del lago, culminando con la construcción de un señorío que rivalizó y detuvo la expansión de la triple alianza mexica (Tenochtitlán, Texcoco y Tlacopan), conformaron una estratégica línea periférica que los defendía de ataques enemigos (asentamientos matlatzincas, otomíes, tecos, etc.), utilizaron las serranías como muros de defensa naturales (Nahuatzen, Pichátaro, etc.) y ejercieron influencia en un territorio de alrededor de 75 mil km2.

En lo económico la agricultura de temporada y de riego así como la pesca individual o colectiva eran la base de su economía, sucesivamente crearon un sólido sistema tributario centralizado, la imposición podía pagarse en forma de bienes o servicio, (maíz, cacao, telas, pieles, algodón, oro, plata, cobre, esclavos, etc.). Mantenían mercados internos y externos, llegando incluso a intervenir en el comercio internacional manteniendo el control del flujo de la turquesa desde el sureste de Estados Unidos al centro de México, ya que dominaban el rio Lerma en el tramo entre el Lago de Chápala y Acámbaro. La tenencia de la tierra, los derechos de pesca, minerales y las zonas de caza eran otorgados por el cazonci.

En lo religioso lograron la cohesión cultural en torno a Curicaueri el gran dios ardiente y dios del fuego personificado por el sol, destacaba también la diosa Xarátanga, la diosa luna de Jarácuaro, esposa del sol y asociada con el trabajo de parto y la fertilidad. Parte central del panteón eran también la diosa Cuerauáperi madre de todos los dioses, la que hacia llover. La religión en un inicio monoteísta fue transformándose en politeísta, se fueron incorporando los dioses de los pueblos aliados o conquistados. Su historia e ideología era acumulada y justificada por los petamuti, quienes mediante la trasmisión oral legitimaron el señorío y desarrollaron su particular literatura oral.

La originalidad de la civilización p'urhépecha radica en lo peculiar de su idioma, pues este no es parte de las ramificaciones lingüísticas mesoamericanas, lo que lo hace único, sus edificaciones en forma de yácatas también ofrecen particularidades pues mantienen forma rectangular-semicircular escasamente vistas en la arquitectura prehispánica. En cuanto a tecnología, el dominio del bronce por medio de la mezcla de cobre y estaño también es característica p'urhépecha precolombina. Otro elemento distintivo en su cultura es que no favorecieron el individualismo, anteponiendo los intereses de la comunidad a los personales, entre otros rasgos distintivos.

A la fecha es indispensable continuar con los estudios sobre los p'urhépechas pues es bien sabido que sólo entenderemos nuestro futuro a partir del conocimiento y respeto de nuestro pasado, bajo este marco existen al menos tres tareas primarias pendientes:

a) la determinación a ciencia cierta del origen de los p'urhépechas pues a la fecha sólo se tienen indicios sobre su posible origen en Perú o Japón.
b) la unión consensada e institucionalizada de su idioma en base a la investigación cualitativa, dado que su idioma presenta marcadas diferencias y variantes que se rastrean desde finales del siglo X con el encuentro de los pre-p'urhépechas y los p'urhépechas-históricos en los alrededores de la isla de Jarácuaro.
c) el esclarecimiento de la extensión real del señorío, toda vez que historiográficamente no se ha determinado su longitud final o en una segunda hipótesis la posibilidad de una confederación de estados que se aliaron ante la amenaza expansiva y que conformaron una extensión más amplia de lo que tradicionalmente se ha planteado.



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