Más de 500 Años de Resistencia P'urhépecha

Por: Pável Ulíánov Guzmán

En un entorno de violencia exacerbada, profunda desigualdad social, discriminación sistémica y pobreza histórica en que viven los pueblos y comunidades originarias, es preciso recuperar las memorias de los pueblos originarios, entre ellas la memoria histórica del Pueblo P'urhépecha, reincorporar su historia de más de 500 años de resistencia, estudiar ese devenir histórico que reivindica la dignidad de un pasado común de dignidad y de lucha.

La historia oficial, poco o nada habla de los procesos de resistencia y lucha que han mantenido los P'urhépecha en diversos momentos históricos, en los libros de texto oficiales, su participación no ha sido reconocida, se mantiene en el olvido y la marginación.

Ante este contexto, es necesaria la búsqueda y reivindicación de comunidades, mujeres y hombres sobresalientes que se han asumido como sujetos históricos y que han sido capaces de transformar su realidad. Apropiarse de esa memoria colectiva de la que todos los P'urhépecha son herederos.

Entre los ejemplos de lucha, destaca durante el periodo prehispánico, el combate frontal que mantuvieron siempre los P'urhépecha, ante la expansión de la Triple Alianza de Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan que sometieron a más de 400 pueblos, comunidades y Señoríos, pero que nunca lograron vencer a la Triple Alianza P’urhépecha conformada por las Ciudades-Estado de Pátzcuaro, Ihuatzio y Tzintzuntzan.

A continuación, durante la conquista, contrario a lo que comúnmente se cree, diversas comunidades se negaron al sometimiento español, oponiéndose a seguir las órdenes de la corona y evitando su recaudación de impuestos, emprendiendo combates en diversas comunidades que resultaron en la muerte de setenta peninsulares abatidos.

Después en el periodo de la colonia, resalta el proceso de las rebeliones que se dieron en Pátzcuaro durante los años de 1766 y 1767, que lograron aglutinar más de 200 pueblos y comunidades, comandadas por el P'urhépecha Pedro de Soria Villarroel conocido como Armola, quienes combatieron a través de insurrecciones populares las reformas borbónicas, que aumentaban los impuestos y centralizaban el poder de la Corona, luchando también en contra de la leva forzada, la explotación rapaz y la expulsión de los jesuitas. En estas insurrecciones populares nació la consigna ¡Muera el Mal Gobierno! que después retomó Miguel Hidalgo y contemporáneamente recuperó el Ejército Zapatista de Liberación Nacional así como el Congreso Nacional Indígena.

Posteriormente, en la segunda década del siglo pasado, se presenta el combate armado dirigido por Casimiro Leco, quien por medio de la organización de voluntarios de su pueblo Cherán, logra derrotar a Inés Chávez, quien mantenìa asolada la región e incluso quemó algunos poblados, así como en contra de la trasnacional Compañía Industrial de Michoacán quien depredaba irracionalmente los bosques de la región, defendiendo el territorio, los bosques y los recursos naturales.

También en esa misma década, se desarrolla la lucha agraria de las comunidades de Naranja, Tiríndaro y Tarejero, encabezadas por Primo Tapia, quienes mediante la unión regional y la presión constante, lograron la expropiación de la hacienda de Cantabria, propiedad de latifundistas españoles y luchando por medio de la Liga de Comunidades y Sindicatos Agraristas por la tierra ejidal y comunal de múltiples comunidades, en su cenit, lograron reunir a más de 180 comunidades.

Años más adelante, durante la década de los 70´s del siglo XX, se encuentra la lucha de los p’urhépecha socialistas, dirigidos por Amafer Guzmán, indígena originario de la Comunidad de Tarejero, Concejo Directivo de la Casa Estudiante Nicolaíta y líder estatal del Movimiento de Acción Revolucionaria, en su lucha logró agrupar a diversos estudiantes de comunidades indígenas que combatían por transformar las condiciones sociales a través de la instauración de una revolución socialista, entre ellos se encuentran Elpidio Domínguez de Santa Fe de la Laguna, Rafael Chávez Rosas de Caltzontzin o Guadalupe Fabian de Cherán.

Subsequentemente, en la década de los 80´s en Santa Fe de la Laguna, se logra agrupar la lucha por la defensa de la tierra comunal, encabezada por Elpidio Domínguez, quien por medio de la unión de todo el pueblo y tomando decisiones a través de las Asambleas Generales, logran el deslinde de tierras comunales a favor de la comunidad, manteniendo alianzas tácticas con diversas comunidades y movimientos sociales.

Así mismo, en esta misma década y conjuntamente con la Unión de Comuneros Emiliano Zapata, Efrén Capiz defiende legalmente la lucha por la tenencia de la tierra y los recursos naturales, es llamado “el abogado de los indios” y logra trabajar con más de 200 comunidades y ejidos, logrando la defensa exitosa de múltiples comunidades en diversos procesos jurídicos por la restitución de tierras comunales y ejidales, el reconocimiento como comunidades indígenas, la defensa de luchadores sociales y la instauración de derechos colectivos. También es reconocido como integrante del Congreso Nacional Indígena (CNI).

A continuación, en la década de los 90´s, sobresale la lucha de la comunidad de Nurio por la autonomía “sin permiso de nadie”, impulsada por Juan Chávez, logrando la autonomía y asentando el primer precedente contemporáneo sobre el autogobierno indígena en Michoacán, conformando un consejo de gobierno comunal y una ronda comunal, sistema ancestral de seguridad de los P'urhépecha. Instaurando una autonomía de facto, sin recurrir a procedimientos jurídicos, sino decidiendo y consensando por medio de las asambleas generales.

En el pasado reciente, el pueblo organizado de Cherán, lucha por la defensa de sus bosques, por justicia para sus asesinados y desaparecidos e inicia un proceso por la autodeterminación, autogobierno y autonomía, logrando expulsar a todos los partidos políticos y manteniendo representatividad por medio del Concejo Mayor de Gobierno Comunal e instaurando la Ronda Comunal.

En el último lustro, 60 comunidades originarias, se han agrupado en el Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM), organización autónoma conformada por jefes de tenencia, comisariados ejidales y comunales, jueces tradicionales y consejos de gobierno comunales, en este consejo no existe un presidente, secretario general o líder supremo, las decisiones se toman en una asamblea general de autoridades y poco a poco han logrado instaurar diversos procesos de autodeterminación , autogobierno y autonomía en distintas comunidades P'urhépecha.

En lo que se refiere a los procesos sociales donde participan las mujeres p’urhépecha, la categoría Juchári Uinápekua, elemento central de la bandera P'urhépecha, refleja bien su participación y pensamiento. Para iniciar, esta categoría filosófica, es creación de la mujer P'urhé, en específico Yolanda Ramírez León originaria de Santa Fe de la Laguna. Este pensamiento exterioriza, las historias, las inspiraciones y las luchas de las mujeres P'urhépecha, quienes han participado activamente en todos los grandes procesos sociales de Michoacán.

Revela como en la época prehispánica, las mujeres P'urhépecha fueron un factor imprescindible de aculturación y de unión entre los recién llegados uacúsecha y los P'urhépecha agrícolas ya asentados previamente, intercambiando y mejorando preceptos sociales como el idioma, la agricultura y los patrones culturales.

Resalta la figura de Quenomen, originaria de Uruapan y de condición humilde, quien en un contexto histórico precolombino adverso, logró convertirse en Señora de Zacapu, cambiando el sistema de mando.

Descubre que durante la Conquista en Michoacán, la primer línea de resistencia y lucha fue encabezada por las mujeres, quienes fueron las primeras en enfrentar a los españoles e iniciar movimientos de lucha, reclamando a los gobernantes y guerreros uacúsecha por no defender las riquezas y el territorio de Tzintzuntzan, increpando a los principales su falta de acción y cobardía, lo que no iniciaron los varones, fue iniciativa de las mujeres.

Destella en tiempos contemporáneos, los trabajos de las mujeres en la lucha agrarista quienes en distintas comunidades organizaron Ligas Femeniles, jugando un papel destacado, creando redes de apoyo al movimiento por la expropiación a latifundistas, creando cooperativas para su propio sostenimiento familiar, luchando contra el fanatismo religioso y combatiendo al alcoholismo o realza como en la década de los 80´s del Siglo XX, las mujeres de Santa Fe de la Laguna, terminaron con el monopolio de los hombres en las asambleas generales y en la toma de decisiones, siendo el eje de la lucha mientras diversos líderes estaban encarcelados, entre otros muchos ejemplos de dignidad y lucha de la mujer P'urhépecha.

Bajo el anterior marco, diversos pueblos P'urhépecha, han logrado vincular efectivamente el pasado con el presente, utilizando a la historia como guía para la acción y legitimando sus luchas, utilizando la historia como arma. Recurrir al análisis del presente por medio de la historia de sus antepasados, para transformar su realidad y proponer un proyecto comunal de futuro.

Por ejemplo, diversas comunidades p’urhépecha, han recurrido sistemáticamente al estudio del pasado, para entender cómo se gobernaban sus ancestros, encontrando que existía un Consejo de ancianos, guerreros y señores de las cuatro regiones, que elegían al Cazonci o Irecha. Los criterios para seleccionar al Señor o Gobernante, era que mantuviera ciertas virtudes, como que no se emborrachase, que tributara e hiciera oraciones a sus dioses originarios, principalmente a “Curicaueri”, ser los más esforzados, y sobre todo, que fuesen discretos en sus acciones. De igual forma, en el aspecto militar, los Uacúsechas a la hora de delinear tácticas para la expansión o consolidación del Señorío, se reunían en un Consejo para planear las acciones a seguir. Así mismo, la organización comunal era por medio de barrios, en los distintos pueblos o comunidades, existían una especie de encargados de barrios para las distintas tareas comunales o fiscales. Por ello, contemporáneamente se organizan a través de concejos de gobierno comunal y mantienen la representatividad de los barrios.

Así mismo, en momentos álgidos de su historia, los p`urhèpecha han tomado las decisiones más importantes a través de las Asambleas Generales, tal y como históricamente lo han realizado sus antepasados.

Finalmente, los p’urhépecha han utilizado sistemáticamente símbolos de unión, como la bandera p’urhépecha, los murales colectivos, la organización comunal, la cultura y la categoría Juchari Uinapikua, que sintetiza precisamente más de 500 años de dignidad, resistencia y lucha P'urhépecha.

Un pueblo que no conoce y se reconoce en su pasado, no es dueño de su futuro.

#JucháriUinápekua

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