Derecho a la Consulta. El resultado no será sólo para Cherán sino por todas las Comunidades Purépecha de Michoacán
Por: Tatá Pedro Márquez Joaquín / Meseta P'urhépecha.
Cuando el pasado 03 de noviembre de 2011 el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sede en Toluca, Estado de México por dictamen SU-JDC-187/2011 le ordena al Instituto Electoral de Michoacán (IEM) garantizar elecciones por usos y costumbres a la comunidad de Cherán, se ordenó al IEM consultar a Cherán. De inmediato llegaron a mi mente preguntas como: ¿Qué tipo de consulta se va a llevar a cabo? ¿Qué efectos habrá en el tipo de consulta? Como aún no ocurre nada de esto he aquí algunas especulaciones sobre tipos de consulta y sus consecuencias. Para la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos indígenas la consulta es:
“Derecho colectivo que permite un diálogo intercultural entre la Administración Pública Federal y los pueblos y comunidades indígenas para conocer las opiniones y propuestas por medio de sus instancias de representación sobre la formulación, ejecución y evaluación de los planes y programas de desarrollo integral de pueblos y comunidades indígenas bajo los principios fundamentales de equidad, diversidad, representatividad, transparencia y cumplimiento a la palabra”.
Los Purépecha entendemos la consulta como un pleno ejercicio de curhamucuhperaqua. El concepto curhamucuhoeraqua viene de la raíz curha- oir, mu- lo que sale de la boca, cu- a la otra persona, otro participante, hpera- mutuamente o entre los dos, qua- hace sustantivo al verbo. O sea consulta es el “acto de escucharse mutuamente o entre varios para construir consensos viables sobre un asunto”. ¿Cuál se pondrá en marcha?
Lo que sigue es un acto de pensar en voz alta lo que pueda ocurrir en el proceso social de consulta a Cherán. Antes en un artículo publicado en Autoridad y Gobierno Indígena… predije que las comunidades Purépecha necesitaban fortalecer sus asambleas generales de comuneros porque es ahí donde se toman decisiones y se toman en cuenta los nuevos hechos y contexto complejo en que vivimos. Gobierno integrado por consejos comunitarios. Más recientemente, en abril del 2011, con “Las enseñanzas de Cherán” propuse que las comunidades indígenas deberían comenzar por auto redefinirse para entender cómo se entiende ahora la ireta o comunidad porque se está diluyendo. Ambas cosas, al parecer, están ocurriendo. En la auto redefinición la ireta (comunidad indígena) toma nuevo rumbo de su vida, sin desconocer lo que tiene en su entorno y en sus manos. Cambiar aquello que es posible tomando en cuenta sus intereses y la voluntad colectiva. Eso es tomar el destino histórico del pueblo. El tener la capacidad de enfrentarse a los vaivenes políticos, económicos es precisamente no perder la sirukua (identidad y tradición). Es esto lo que los científicos sociales llaman libre determinación o autodeterminación traído y llevado en el derecho consuetudinario y consagrado en varios documentos internacionales y nacionales.
Por eso cuando se supo de la noticia de Dictamen SU-JDC-187/2011 me dije: Apenas comienza la lucha, la lucha formal dentro de los cánones que el Estado Mexicano ha trazado. Digo que apenas comienza un largo camino porque se abrieron las posibilidades del “diálogo cultural” como le llaman los filósofos cuando definen la interculturalidad. En purépecha inchainchasi mimixequarhu irecani equivale a decir interculturalidad. Entiendo por interculturalidad la voluntad y capacidad de vivir, convivir y practicar varios elementos de otras culturas, como: tolerar, respetar y apoyar, sentir empatía y contextualizarlo. Estar de acuerdo con los modos y formas de ser y hacer las cosas de la vida, participar en ella.
Los dos tipos de consulta antes dicha son sólo ideales no son realidades. En la vida práctica, las experiencias que se tienen son unilaterales. El consultante determina qué preguntar, cómo preguntar, cuándo preguntar y al final deciden si utilizar o no la información recogida. Tantos foros ha habido en donde a los indígenas se le pide que diga un “sí están de acuerdo”, o un “no estamos de acuerdo” a algo que ya tienen previsto o preparado. Sólo se busca legitimar. En estos casos casi no se escuchan las argumentaciones del por qué sí o del por qué no. Son foros en donde los consultados ni siquiera están conscientes de que se les está consultando. Eso no es una consulta previamente informada para que el consentimiento sea pleno y efectivo. Valga la comparación. Cuando el enfermo va a consultar al médico y no le satisface o no le convence la opinión está en su derecho de acudir a un segundo o tercero con tal de estar seguro de lo que se le está diciendo y al final con una información clara, plena e informada toma la decisión y acepta o no las condiciones técnicas que se le ponen en frente.
En las “consultas” que se han llevado a cabo en asuntos políticos y sociales es mucho más complejo de llevarse a cabo. La gente que acude opina sobre un asunto en particular y el consultante toma de ahí lo que le conviene y convence.
La noción del tiempo define hechos. Hay tiempos para unos y tiempos para otros. Para todos es sabido que las leyes en México no se aplican. Jurídicamente se dice que hay tiempos y formas: “en tiempo y forma”, -dicen. El proceso que Cherán llevó para que se le reconozca una forma diferente de gobernarse y de elegir a sus autoridades fue en tiempo y forma, por eso tuvo el efecto que conocemos. Para el Estado mexicano son tiempos cortos y de papel. Conforme a las leyes que existen para el caso. Para las comunidades indígenas los tiempos son más espaciados, no necesariamente son cerrados, porque se tiene que madurar, consensar y validar las propuestas. Se construyen consensos, no se levanta la mano. Hace tiempo que las comunidades Purépecha demandaron derechos a la seguridad social, a la protección para el cuidado de sus recursos naturales y desde abril pasado Cherán espera respuestas a sus demandas. ¿Ahí no aplica tiempo y forma? ¿Qué hizo el gobierno del Estado o el Congreso local para atender las demandas que Cherán exigía seguridad social, y apoyo para cuidar los recursos naturales? ¿Dónde estaba la policía forestal? ¿Dónde estaban los líderes locales o regionales de los Partidos políticos? El Estado y el gobierno mexicano NO CUMPLIERON sus obligaciones al desproteger a los ciudadanos. ¿Con qué derecho puede se adjudica la “facultad” de pretender nombrar un gobierno “provisional” en casos de que no se logren culminar la consulta para cuando termine su período de gobierno? De ahí que la consulta misma debería llevarse a cabo con una metodología construida en común acuerdo con la comunidad consultada. Para los Purépecha no hay prisa, hemos esperado más de quinientos años y se puede esperar para se construya algo necesariamente valioso.
Lo anterior porque al gobierno y al Congreso, por medio del IEM, se puede pensar, que les urge que las cosas salga a su modo porque esta vez tienen la obligación de hacerlo. De la “incompetencia” del IEM ahora deberá mostrar la capacidad y la sensibilidad para entender procesos sociales distintos a la de los partidos políticos. Es de su incumbencia hacerlo, entenderlo y tipificarlo.
En este tipo de diálogos es frecuente que las mismas palabras, los mismos conceptos signifiquen una cosa para unos y distinta cosa signifiquen para otros, pero se simula que se están entendiendo cuando en el fondo no es posible entenderse en estos procesos sociales tan complejos cuando, sobre todo cuando no se ha vivido. Una verdadera consulta no se logra de uno, dos o tres días, sino que lleva tiempo.
Recordemos la experiencia del proceso de consulta en 1996 cuando dio inicio la consulta entre el EZLN y el Gobierno Federal en San Andrés Sacamch’en de los pobres, Chiapas, evento que inició pero “abortó” precisamente porque no hubo entendimiento. La delegación del gobierno federal se concretó a simular que escuchaba, como diciendo: “Déjalos que hablen al fin que no pasa nada”, “Hago como que te atiendo pero no tengo la voluntad política de atenderte”. Ese es el diálogo fingido. Y no un verdadero diálogo cultural. Ahí está el peligro de lograr o no una verdadera consulta. No se trata de imponer el criterio por ninguna de las partes. Tampoco de trata de lograr acuerdos para no cumplirlos.
Lo que resulte de la consulta no será sólo para Cherán sino por todas las Comunidades Purépecha de Michoacán. Porque lo que ocurre en Cherán “corazón de la meseta Purépecha” repercutirá en otras comunidades michoacanas. Por eso se debe cuidar que el proceso no “aborte” y se logren grandes alcances.
Entiendo que el IEM tiene la obligación de entregar el informe tipificando usos y costumbres –que es llanamente el derecho consuetudinario- para que a su vez el Congreso del Estado (que está por terminar) haga las modificaciones a la Constitución Política de Michoacán en materia de Derechos y Cultura indígena. Entender en qué consiste eso de Usos y Costumbres (derecho consuetudinario) lleva tiempo comprenderlo, porque, si no es así, se corre el riesgo de no lograrlo. Y el asunto podría llevarse a la Corte Internacional.
Cherán tiene el derecho de conocer plenamente la redacción y el contenido del informe del IEM para que sus aspiraciones, el destino histórico de comunidad estén reflejados en el informe y se debe plantear el mecanismo para garantizar el cumplimiento. Por eso el resultado no debe ser “un mientras” o “provisional”. Comprenderlo se requiere vivir en la comunidad como han indicado muchas personas sensibles que han vivido en las comunidades.
Queriendo y no el contenido del informe del IEM sobre la consulta afectará a la propuesta de Ley de derechos y cultura indígena que no se ha atendido por razones que sean. Tendrá que estar acorde a su contenido en cuanto a derechos políticos, en cuanto a ciudadanía, en cuanto a los derechos colectivos, libre determinación y autonomía.
Los paisanos Purépecha que alegaban que Usos y Costumbres no se contemplaban en las leyes tenían razón, no estaba porque no se estaba atendiendo y ahora puede estar. Ahora es la oportunidad para que esté contemplado y no solamente para Cherán y sino para todas las demás comunidades y pueblos de Michoacán. No se debe olvidar en el proceso de consulta abordar aspectos como Seguridad Social y el usufructo de los recursos naturales, etc. Aspectos que dieron origen al “despertar” de las conciencias “dormidas”.
En este caso. El IEM tiene la encomienda de consultar. Llevará preguntas y la comunidad de Cherán ya sea en asamblea de comuneros o por consejo de barrios seguramente responderá a dichas preguntas y en ese encuentro pueden ocurrir varias cosas.
1. En la consulta debe construirse el destino histórico de los pueblos Purépecha a través de un verdadero diálogo cultural para determinar los derechos políticos bajo un sistema de Usos y Costumbres (derecho consuetudinario)
2. El IEM, si no se sensibiliza, querrá imponer la ideología del Estado. Arguyendo que nadie puede estar por encima del Estado, pero debe reconocer que no está cumpliendo sus obligaciones de dar Seguridad Social.
3. La comunidad de Cherán propondrá lo que ya construyó. Se requiere su legitimación y reconocimiento. Y esto llevará a:
4. Una ruptura, es decir, un no entendimiento entre las partes.
5. También puede repetirse la experiencia de Chiapas. Habrá un diálogo verbalizado, quiero pensar -y ojalá me equivoque- que será un diálogo fingido.
6. Pero tengamos confianza que habrá una verdadera curhamucuhperaqqua consulta y en consecuencia un diálogo cultural franco.
Para construir una verdadera consulta y diálogo cultural por parte de los miembros de IEM se requiere sensibilidad social y sentido común para comprender la tradición y la identidad Cultural P'urhépecha. Es una oportunidad de aprendizaje. Apertura para saber escuchar. Es la oportunidad para experimentar un verdadero dialogo cultural. Eso requiere de la preparación por ambas partes.
1. Lo primero es la voluntad de dialogar.
2. Se deben crear las condiciones prácticas y sociales, es decir la logística, para llevarlo a cabo.
3. En un dialogo entre dos opuestos se requiere de un tercero que juzgue, en este caso los comisionados de la ONU y Amnistía Internacional podrían hacerlo.
4. Tomar en cuenta que en la comunidad no hay tiempo delimitado, no hay horario, no hay oficina.
5. Debe buscarse un dialogo franco y abierto lo más claro y preciso que sea posible.
6. Debe evitarse utilizar terminología con doble sentido.
7. Nada debe quedar sobreentendido.
8. En el acuerdo o reconocimiento debe quedar con mucha precisión los pasos para su cumplimiento (Los acuerdos suelen incumplirse).
9. No debe quedar en letra muerta. Todo lo anterior viene de la experiencia que se ha tenido.
10. Si fuera posible que firmaran los funcionarios de las dependencias del gobierno y el propio titular.
11. Cherán debe analizar los pros y contras de cada punto, es decir, ventajas y desventajas se están obteniendo para que la gente tome la decisión más acertada.
12. No debe perderse de vista la libre determinación por parte de los comuneros de Cherán porque ahí se ejerce el derecho al destino histórico de su comunidad para que no se violenten los Derechos Humanos como ha ocurrido hasta ahora.
Supongamos que ya estamos a finales de enero del 2012 y la consulta no ha culminado el gobierno en lugar de nombrar el gobierno municipal “provisional” debería reconocer el sistema que está funcionando en Cherán.
Hay un punto difícil de limar. Para la sociedad mestiza “papelito habla”, lo escrito es lo que vale y opino que pretender tipificar por escrito los USOS y COSTUMBRES tiene doble filo, porque se “amarra” o “ata” lo que es elástico y movible, pero movible en el proceso social. Sin embargo hay necesidad de escribirlo pero para dejarlo como testimonio histórico y de preferencia en lengua Purépecha para que los conceptos que se utilicen queden bien entendidos, pero no como norma o ley. El verdadero dialogo cultural contempla de hecho la recuperación de la fuerza de la oralidad que los pueblos tenían en donde la palabra vale. Es parte de un legado histórico tradicional y patrimonio de los pueblos indígenas desde muchos años. La palabra dada es palabra empeñada. Se respeta y se cumple. Vale tanto que se sanciona a los que desacatan los acuerdos.
A manera de sugerencia para los jóvenes Cheranenses deberían conocer lo que se ha escrito sobre su propio pueblo, tales como:
- Mitología y Modernidad de Jacinto, Historias, proceso políticos y cardenismo: Cherán y la sierra Purépecha de Calderón Mólgora.
- La vida cotidiana de las mujeres P’urhépecha de Cherán y la construcción de identidad de género de Ramírez Herrera.
- Medicina Tradicional purhepecha: el caso de San Francisco Cherán de Gallardo Ruiz.
- Exploraciones sanitarias de Cherán, Mich., de García Camberos.
- Cherán al pie de la sierra de Beals, Cherán: la adaptación de una comunidad tradicional de Michoacán de Castile.
- La comunidad purépecha es nuestra fuerza, cultura y región en un movimiento indígena de Michoacán, México de Diez.
- Autoridad y Gobierno Indígena en Michoacán: ensayos a través de su historia de Paredes y Terán.
- Volver a la comunidad: derechos indígenas y procesos autónomos en Michoacán de Ventura Patiño.
Pero además conocer el artículo 2do., de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, y el contenido del Convenio 169 de la OIT entre muchos otros.
Re: Derecho A La Consulta. El Resultado No Será Sólo Para Cherán Sino Por Todas Las Comunidades Purépecha De Michoacán
Por este medio, quiero enviar una felicitación a tata Pedro Márquez Joaquín, de Cheranástico, por su excelente análisis que ha hecho, sobre la consulta que próximamente tendrán los habitantes de Cherán.
Me parece que ha tocado aspectos tan delicados que tendrán que definirse de manera clara y precisa, entre las autoridades del IEM y la propia comunidad, antes de dar pie a la consulta, y sería sumamente saludable que quienes encabezan actualmente las riendas del pueblo -la comisión- y las autoridades del IEM, leyeran con detenimiento este documento, porque les ahorraría problemas posteriores al analizarlo con cuidado, por todas las recomendaciones que contiene.
De hecho, y tal como lo menciona Márquez, deberían de leerlo todos los habitantes de Cherán, porque lo que se va a definir (y es cosa de todos) es el futuro del pueblo, con todas las implicaciones que conlleva, que no será nada sencillo: reconstruír una sociedad no es cualquier cosa.
Ciertamente, las demás comunidades P'urhépecha, estamos pendientes observando el camino que se está avanzando y con la convicción de apoyar a Cherán en lo necesario para que salga adelante ¡con éxito!, los ojos del mundo P'urhépecha están puestos en Cherán.